El negocio del siglo XXI: Las redes sociales.
Cuánto dinero ganan y cómo te manipulan como usuario.
Las redes sociales son claramente el negocio del siglo XXI pero pocos entienden como funcionan, te explicamos el negocio de Instagram, Twitter o Tiktok y como esto te afecta como usuario.
Es muy importante entender que las redes sociales ganan plata de una sola manera: Con tu atención.
Su negocio es vender espacio publicitario a anunciantes que pagan para que mientras vos scrolleas veas o compres su producto.
Pero, ¿de cuánta plata estamos hablando? Bueno, Meta ganó por anuncios USD 122.000.000.000 el año pasado, entenderás entonces que el esfuerzo por captar tu atención es muy alto.
“Instagram es como un casino de Las Vegas sin reloj en la pared, un enorme centro comercial que satisface todas tus necesidades y donde la gente puede pasar horas y horas"
El objetivo de toda red social es entonces maximizar tu tiempo en pantalla, pero lo interesante es como los equipos hacen esto y es a través de algoritmos, te explicamos:
Que es un algoritmo? Es un conjunto de instrucciones o reglas definidas que especifican cómo se comporta un grupo de datos. Para el caso de las redes sociales, el conjunto de reglas que define que le muestro al usuario y en que orden.
No es más que una serie de instrucciones que va a definir entre cientos de miles de tweets o posteos disponibles que vas a ver primero, que segundo, qué tercero y así…
¿Y qué te va a mostrar? Cosas que consideren para vos son relevantes y divertidas, basándose en tu comportamiento pasado en la plataforma: Que likeaste, comentaste o compartiste.
Caso práctico: Cuando yo entro a Twitter / X, hay un inventario de miles de tweets para mostrarme, lo que hace el algoritmo es darle una calificación a cada tweet a base de lo que yo hice en la red. ¿Es más probable que Juani se quede si le muestro cosas de deporte o de moda?
Si por lo que yo hice previamente hay más probabilidades de que interactúe con cosas de deporte, el algoritmo me va a mostrar todos esos tweets primero, y todos los demás después.
Pero el algoritmo no es fijo, y va aprendiendo basándose en cada cosa que hacemos. Si me empieza a gustar la moda y sigo o likeo ese tipo de contenido, la próxima vez que entre en la red, los posteos de moda van a tener mayor ponderación para aparecer primeros.
Pero, ¿qué pasa con la gente que solo lee y no interactúa? El gran desafío para las redes sociales es que contenido mostrarles a los usuarios pasivos que solo leen, pero no interactúan, el 90% de los usuarios en redes son “pasivos”.
¿Qué le muestran entonces a esas personas que no dan mucha información sobre sus preferencias? Bueno, toman en cuenta un factor que está tanto en la acción como en la inacción: EL TIEMPO.
Las empresas guardan el tiempo que las personas estuvieron en cada post o tweet y no scrollearon como indicador de interés.
Y esto no aplica solo para Instagram o Twitter. Spotify tiene su propio algoritmo que sabe exactamente que querés escuchar, y mide que tipo de música elegís y en qué momento del día para hacerte recomendaciones personalizadas de contenido en tus próximas sesiones.
La pantalla de Spotify o Netflix son otro claros ejemplos de como un algoritmo recomienda cosas a los usuarios para que se queden más tiempo en pantalla con base en lo que hicieron en el pasado.
Pero esto no siempre fue así, al principio Facebook e Instagram te mostraban contenido en orden cronológico, del post más reciente al más viejo. En ese entonces el tiempo promedio en pantalla por día por usuario era de 13 minutos.
Cuando Facebook introduce su primera versión del algoritmo en 2010 el tiempo en pantalla paso de 13 a 46 minutos por usuario, por día. Casi 4 veces más.
Entendiendo esto, queda claro que los algoritmos son la “joya de la corona” y por esa razón buscan la perfección, la mejora continua y están en constante cambio.
A medida que el algoritmo mejora la gente pasa más tiempo y se retienen más usuarios. Y ellos ganan más plata...
¿Cuál es el problema con esto? Que ese maximizar el efecto adictivo lleva a los algoritmos a mostrar contenido muchas veces falso, polarizador y controversial.
Las noticias negativas y las discusiones captan más la atención que las cosas positivas.
El atractivo de lo negativo tiene una función adictiva, pero monitorear continuamente el contenido que genera sentimientos de preocupación es muchas perjudicial para el bienestar mental de los usuarios.
Es importante entender como funcionan las redes porque son una parte fundamental en la vida de las personas hoy en día, y saber que buscan que uno tenga este comportamiento adictivo puede llevarlo a uno a tomar decisiones de como quiere relacionarse con ellas.
Las ventajas de la vida conectadas por redes son demasiadas como para dejarlas, pero hay que ser conscientes de esto para ser uno el que maneja las redes y no las redes que manejan a uno.
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